Hidrosálpinx
Una hidrosálpinx es una trompa de Falopio con líquido en su interior. Lesiones al final de la trompa de Falopio (en la porción ampular o ampolla) y sus delicados dedos o flecos (fimbrias); causadas comúnmente por infecciones o trauma, provoca que el final de la trompa se bloquee. Las glándulas dentro de la trompa producen un fluido líquido que se acumula dentro de la trompa, provocando una inflamación en forma de salchicha. Este fluido puede ser tóxico para el desarrollo de un embrión recién formado o puede enjuagar o expulsar mecánicamente el embrión del útero. Nuevos estudios sugieren también que este líquido puede llegar a activar genes dañinos.
La presencia de hidrosálpinx provoca o empeora una buena cantidad de problemas de fertilidad. Impide que óvulos ovulados sean alcanzados por el espermatozoide. Cuando la concepción se da dentro de la trompa en buen estado, el hidrosálpinx puede afectar al embrión en el útero.
La histerosalpingografía (HSG), un examen de diagnostico comúnmente realizado puede llegar a introducir inadvertidamente bacteria en las trompas, causando potencialmente una seria infección en caso de ya existir una hidrosálpinx.
Las hidrosálpinges pueden interferir con el tratamiento de fertilidad y disminuir las oportunidades de éxito de la fertilización in vitro. El uso de medicamentos para la fertilidad puede incrementar de manera involuntaria la acumulación de fluido dentro de una hidrosálpinx que no haya sido detectada aún.
Las causas más comunes de hidrosálpinx son enfermedades de transmisión sexual sin diagnosticar y/o tratar como la clamidia o la gonorrea. Otras posibles causas son el uso de dispositivos intrauterinos, endometriosis y cirugías abdominales.
Otros bloqueos
La concepción natural no puede darse cuando las trompas de Falopio están bloqueadas.
La Hidrosálpinx es una forma específica de bloqueo de las trompas de Falopio. Infecciones previas sin detectar o tratar en las trompas (salpingitis), incluyendo infecciones de transmisión sexual, pueden causar adherencias y cicatrices dentro de las trompas. Las lesiones por endometriosis también pueden bloquear las trompas al igual que la Enfermedad Pélvica Inflamatoria (EPI); un termino general para denominar infecciones e inflamaciones en los órganos reproductivos superiores, incluyendo el endometrio (endometriosis), las trompas de Falopio (salpingitis) y los ovarios (ovaritis).
Cuando una o ambas trompas de Falopio están bloqueadas, el óvulo y el espermatozoide no pueden unirse, y por lo tanto, no puede ocurrir una concepción de manera natural. Además de obstruir la concepción, las trompas de Falopio bloqueadas también pueden causar embarazos ectópicos, una peligrosa afección en la cual un óvulo fertilizado no puede desplazarse al útero para implantarse ahí, y empieza a crecer dentro de la pequeña trompa de Falopio, del ovario o de la cavidad abdominal.
Quistes ováricos
A cualquier edad, las mujeres pueden sufrir de quistes – el saco lleno de fluido– en uno o ambos ovarios. La mayoría de los quistes ováricos son benignos, lo que significa que no son cancerosos. Un ovario normal puede tener pequeños quistes residuales de folículos ováricos. En los ultrasonidos, esos simples quistes parecen burbujas; estructuras en formas de burbujas llenas de fluido. Generalmente desaparecen por si mismas y no producen síntomas.
Algunos quistes ováricos están asociados a problemas como dolor abdominal o pélvico, goteo de sangre entre periodos menstruales, y/o infertilidad. Algunos de los tipos de quistes son:
Quistes hemorrágicos: cuando también se presenta sangrado.
Quiste Dérmico: compuesto del mismo tejido que la piel, grasa, hueso o cartílago; puede inflamarse o causar torsión ovárica (torcedura).
Quiste Endometrial: causado por endometriosis, una causa común de infertilidad femenina.
Ovario Poliquístico: Generalmente del doble de su tamaño normal, con muchos quistes pequeñitos en el exterior; se presenta en mujeres con o sin síndrome de ovario poliquístico.
Tumores fibroides (miomas)
Muchas mujeres tienen tumores benignos (no cancerosos) en sus úteros llamados miomas uterinos o fibromas. Estos pueden permanecer sin detectar y no causar problemas. Sin embargo, en algunas mujeres, los fibromas pueden provocar periodos menstruales frecuentes y excesivos, dolor pélvico, infertilidad y pérdidas recurrentes de embarazos. Algunas mujeres pueden llegar a sufrir de anemia severa como consecuencia del sangrado uterino excesivo. Otro síntoma que puede presentarse es presión en la vejiga o recto, lo cual puede dar como resultado micción frecuente o estreñimiento. Algunas mujeres experimentaran dolor al momento de sostener relaciones sexuales debido al tamaño aumentado de su útero.
Los fibromas benignos pueden ser removidos mediante procedimientos quirúrgicos conocidos como miomectomía laparascópica o histeroscópica.
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